El marqués de Rolagh sabe muy bien qué papel juega su esposa en su vida. Ella es el pequeño y afilado bisturí con el que seccionará la carótida de su más encarnizado enemigo, el propio padre de la joven, una vez que se haya cansado de jugar con él. Sin embargo, después de conocerla se siente deslumbrado por su impresionante belleza, su sensualidad innata, su innegable inteligencia, incluso su fortaleza, su valor y su rebeldía constante. Pero su empeño por destruirla —y con ello al hombre que se lo arrebató todo años atrás—, no mengua ni un ápice, a pesar del abrasador deseo que lo consume cada vez que respira su adictivo aroma a gardenias.Lady Ailena se ve forzada a casarse con aquel extraño, arrogante y protector a partes iguales, temiendo haber escapado de un padre dominante para terminar en las garras de un marido cruel y obsesivo. Mientras lucha por sobrevivir a sus continuos abusos y a la pérdida de todo cuanto fue importante para ella alguna vez, tratará de no permitir que la pasión que él le despierta se convierta en algo más. Algo que probablemente le permitiría aniquilarla..
A UN BESO DE PERDERTEA veces para curar tu alma rota solo hacen falta unos besos con sabor a confianza. Lariel nunca imaginó que cuando asistiría a aquella fiesta benéfica en el Waldorf Astoria en CÁLLATE Y BÉSAME, TONTOLlega la segunda entrega de «El club de los seductores». La continuación de la serie romántica histórica que los lectores de Raquel Mingo estaban esperando. Una mujer indomable NO PIENSO MORIRME SIN CATAR A UN HIGHLANDERTengo veintiséis años, dos empleos, y unas amigas muy locas que me animan a regar la hierbabuena ahora que aún soy joven y atraigo al sexo opuesto. Lo que ellas no entienden es NO PUEDO DORMIR CONTIGO, CARIÑOLlega la segunda entrega de la serie «Los peligros de enamorarse de un libertino» con la historia de Helailla y Keylan. Unas inocentes partidas de ajedrez... que se volverán mu PARA HACER CONTIGO LO QUE QUIERAEl marqués de Rolagh sabe muy bien qué papel juega su esposa en su vida. Ella es el pequeño y afilado bisturí con el que seccionará la carótida de su más encarnizado enemigo, e PROMETÍ DESTRUIRTE, AMOR¿Es posible ordenarle al corazón que deje de sentir? ¿Prohibirle enamorarse? ¿Negarle el deseo de ser correspondido? Se puede intentar acallar la pasión, el ansia, incluso el p TÚ TAN HIGHLANDER Y YO DE CHANELÉrase una vez… No, así no. En una decisión trascendental… Tampoco, nena. Salí por patas… Para ser de letras, esto lo empiezas fatal. A ver, Natalia, céntrate. He dejado en stan