Pam: Llevo los últimos años de mi vida huyendo de mi ex. Cambiando de un lugar a otro cada vez que nos encuentra. Y mi hija Sonya yo yo estamos agotadas de vivir así: siempre asustadas; siempre llenas de paranoia y miedo a lo que nos podría suceder si Terrence llega a poner sus viles manos sobre nosotras. Green Valley parece el refugio perfecto. Allí, los Cambiantes tienen sus propias leyes, y mi exmarido, a diferencia de lo que ocurre en territorios humanos, pagaría un precio muy alto si se atreviese a amenazar nuestras vidas de nuevo. Y además hay algo en ese valle, en esa ciudad que parece sacada de un cuento de hadas, que despierta algo en mi interior. Algo que me está llamando de vuelta a casa a pesar de que sé que jamás he pisado el lugar con anterioridad. Nunca esperé conocer a un Lobo que clama ser mi Compañero Predestinado a mis treinta y nueve años de vida. Ni tampoco que mi propia alma reaccionase de esa forma al Lobo que me ha salvado la vida después de el último intento de asesinato fallido de mi exmarido. Pero Duncan Wolf es mío. Lo sé en cuanto lo veo. Mi alma lo reconoce. Nos pertenecemos el uno al otro. Y lo hemos hecho desde el inicio de los tiempos. Duncan: Cuando miro a Pam, veo su espíritu relucir como una llama inextinguible. Veo su fuerza, su valentía, su perseverancia, y su capacidad para amar. Su belleza. Y no puedo hacer nada más que caer de rodillas ante esta mujer que despierta en mí una pasión que amenaza con consumirme. Una mujer que mi alma venera con cada ápice de cordura que todavía me queda. Pam es mi destino. Mi Compañera. Mi Alma Gemela. Y yo ardo en deseos de Emparejarme con ella.