Sí, necesitaba dinero. Y sí, estaba dispuesta a bailar en un club de strippers para conseguirlo. Era mi primer día, y no tenía ninguna experiencia. Como puedes imaginar, caí del escenario, pero mi mala suerte no era tan grande, caí en los brazos de él. Aun con la luz del local, pude ver su rostro hermoso. Y vamos, su cuerpo era fuerte y ancho. Me estremecí, por ese solo momento, me sentí a salvo, segura y confiada, en esos brazos nada me pasaría. Cuando volví a la realidad, corrí tras las cortinas creyendo que no lo volvería a ver. Gracias al cielo, me equivoque, porque esos brazos me volvieron a rescatar cuando unos idiotas intentaban molestarme a la salida del bar. Al otro dia, ¡puf! ¿En la puerta de mi casa?. Esto no lo creerás, me estaba pidiendo que fuera su niñera ¿YO?, Su niñera, Ok!, la paga era buena, y ya lo dije, necesitaba el dinero. Ahora mi jefe era un multimillonario macho alfa. Su hija era un sol de atardecer, cálida, dulce y hermosa. Estar con ellos era un escape a mi realidad, me hacían sentir…Feliz, aun en mi caos, con ellos encontraba paz.