El sendero era áspero, empinado y tortuoso; el piso, duro e hiriente, y el desgastado calzado de Clement Astor acusaba su vejez al clavarse en sus agujereadas suelas las hirientes chinas del camino, cosa que obligaba a su dueño a renegar constantemente, pero desdeñando aquellos inconvenientes y molestias, Clement seguía ascendiendo con férrea voluntad y hasta se sentía dichoso de verse en aquel sendero de cabras, adentrándose en la repelencia del monte Putnam, que le brindaba de momento un asilo casi seguro, aunque esta seguridad momentánea contase con muchos y graves inconvenientes. Pero gozaba de una inestimable ventaja: la de hallarse libre y dueño de su persona después
A SANGRE Y FUEGOAbraham Douglas, apoyado en la cruz del mango de su pala, cuya cuchara había clavado en tierra del revés, seguía con ojos turbios e irritados al caballo brioso y braceante que ABIGEOS Y RANCHEROSLe conocía hacía mucho tiempo. Spencer siempre se había portado decentemente prometiendo ser un hombre de provecho, y en poco tiempo había dado un cambiazo enorme; empezó a beb ACOSADOJEFFRIES concibió el proyecto de sumarse a la pequeña caravana de desertores cuando, después de enterarse de la próxima marchar, se encontró con Sally la mañana siguiente del c AJUSTE DE CUENTASQUINCE años cumplidos, día a día, en la prisión de Denver, eran muchos años de encierro para un hombre acostumbrado a los grandes horizontes y a moverse con una libertad salvaj AL BORDE DEL ABISMOERA paradójico según el criterio de Chuch Holden, que siendo el Oeste americano tan amplio, tan dilatado, tan sinuoso y falto de comunicaciones en muchos lugares, resultase par AL OESTE DE TOMBSTONEFAIRBANK había sido hasta muy poco tiempo atrás un mísero poblado del sudeste de Arpona, sin apenas relieve y con un vecindario escasísimo. En aquella época aun merodeaban los ALMA DE HIENALas reservas indias de Jacarilla Apache, al norte de Nuevo Méjico, se expandían a la izquierda verdes y brillantes, tupidas de árboles y hierba, junto con accidentes del terren ALMAS RUINESDE un modo insospechado tuvo lugar el encuentro en la única calle medio decente de Tessie, un poblado del sudoeste de Texas, a veinte millas de la línea más próxima del ferroca AQUÍ ACABA LA LEYLA clientela, que casi llenaba el bar del hotel White en Fortyth, junto al río del mismo nombre, era en extremo bulliciosa y vocinglera. El lugar, a escasas millas de la diviso ARENAS MOVEDIZASGATHIE Basney miró inquieta hacia la senda que descendía hacia la amplia cabaña, que a modo de rancho se erguía en aquella parte acotada por su padre algunos años atrás, para e ASÍ ACABÓ BRUCE HARDINGASOMADA a la veranda del rancho Kay dejaba pasear distraía la mirada de sus ojos azules por el horizonte sin fin, bañado en el resplandor cárdeno y dorado de aquella suave tard ASÍ SE ESCRIBIÓ UNA HISTORIAINICIÁBASE el año 1879 cuando en la bronca y bulliciosa ciudad de Tucson, sobre la antigua ruta rodada llamada del Overland, penetraba un tipo notable. Se trataba de un individ BALAS SON TRIUNFOSA plaza del pequeño poblado llamado Pedro, en el oeste de Dakota del Sur junto a la ribera del Cheyenne River, parecía aquella mañana celebrar alguna importante fiesta, a juzga BLISS EL OSADOReginald Bliss era un hombre que andaría rayando en los treinta años. Bien dotado por la naturaleza, poseía una excelente figura, garbo al andar, audacia en sus movimientos y a CÁÑAMO PARA CINCOHedda Fossin, la hija de Bing Fossin, el talabartero, leía con emoción una carta a la puerta del establecimiento. La carta acababa de llegar con la valija procedente de Topeka CERCO DE PLOMO—¡Eres un maldito abigeo! —¿Abigeo yo? —Sí, tú. —Repítelo—bramó Tony Berry llevando la mano al costado. —¡Con esta otra boca! —repuso Hardy Schell tirando veloz del puño de su CINCO DÓLARESUNA tenue claridad lechosa, precursora del nuevo día, empezaba a filtrarse por las ventanas del garito cuando finaba la emocionante partida de póker que había durado exactament COGIDO EN EL CEPOCon un gesto de mano, indicó a los tres peones que se deslizasen por el estrecho atajo, en tanto él con los otros dos, se lanzaban por el sombrío cañón, una angosta fisura de a CON LA PIEL DEL LEÓNJack leyó por dos veces el aviso y sintió un frío especial en la médula. Aquel caballero a quien el destino le había concedido un patronímico como el suyo, debía ser una fiera CON MÁS FUERZA QUE UNA BALAJoe repasó varias veces el contenido del pliego y cuando estimó que se lo había aprendido de memoria, le aplicó un fósforo, lo hizo arder y después aventó las cenizas. Lo que e CON SU PROPIO CUCHILLOLas sombras empezaban a desdibujar el paisaje y Anton miró a derecha e izquierda con desconfianza. No eran aquellos lugares muy seguros para nadie a horas tan propicias para la CON SUS PROPIAS ARMASLa joven había perdido el dominio del animal, el cual, furioso por algo que Keno ignoraba, se negaba a continuar el endiablado trote que había seguido senda adelante y se ponía DE HOMBRE A HOMBREFRANK Bishop dejó la pluma sobre la cuartilla en la que escribía con mano nerviosa y echó una mirada distraída a través del ventanal de su despacho. El día era suave, algo cáli DIAMANTES EN MONTANAPASE, señor Forrestal—dijo el jefe de la Policía de Helena, aludiendo a un visitante que acababa de serle anunciado. Este era un hombre relativamente joven, pues no excedería d DONDE TERMINAN LOS VALIENTESAlguien, emboscado cerca del vado, le había sorprendido cuando iba en busca de agua. Allí estaban los odres, uno lleno y los demás vacíos, próximos al cadáver, y su manso polli EL BANDIDO DE OKLAHOMACOMO un reguero de pólvora corrió la noticia por todo el escaso vecindario de Villa Sur, poblado en embrión junto al Arroyo Sucio, no muy lejos del curso del Cimarrón en Oklaho EL CHACAL DE ALBURQUERQUEEn una mesa un cliente solitario bebía a pequeños sorbos un vaso de whisky. Era un hombre de unos cuarenta años, de excelente estatura, metido en carnes, de anchos hombros y ca EL DIABLO DE LA PRADERATodo el inmenso vano, o casi todo el que se extendía desde la ribera derecha del río Pecos por el oeste, a la divisoria con México por el sur y con Texas al este, lo usufructua EL HEREDEROEl despacho estaba lleno de humo, formando una neblina azulada que flotaba como un tenue velo desdibujando las siluetas de Chusk Chessman, el ranchero, y la de Alan Brugan, su EL HONOR DE LOS HATHAWAYNunca se explicó por qué le dejaron confinado en aquella cárcel destinada casi siempre a los abigeos que solían capturar por aquel lado de la región. El paisaje se prestaba a l EL INFIERNO DORADOMAC GLORY, al verle, se acercó a él y, tomándole del brazo, preguntó: —¿Qué te pasa, Darryl? pareces muy preocupado. —No mucho... Estaba pensando... —¿En qué? —En nada. Mejor e EL PREGONADOALLÍ estaba el odioso pasquín, claro, rotundo, contundente, como una muda, pero terrible amenaza que nadie ni nada podía evitar. Su texto escueto, pero amenazador, ponía a buen EL PUMAEl sheriff no permitió la entrada en ellas más que a los acusados y a los Linder con su primo. Habían sido los artífices de aquella victoria sobre los bandidos y su testimonio EL QUE LA HACE LA PAGALOS cuatro jinetes que acababan de penetrar en la calle principal de Hot Springs, lo hicieron en perfecta formación, manejando sus monturas con un dominio que les acreditaba de EL RINCÓN DE LA ESTRELLA PLATEADACERRADO por defunción». Así rezaba una esquela con una ancha franja negra clavada sobre la puerta de una casita de un solo piso, sobre la que otro rótulo indicaba que aquel edi EL SENDERO DE LA MUERTEEl sendero era áspero, empinado y tortuoso; el piso, duro e hiriente, y el desgastado calzado de Clement Astor acusaba su vejez al clavarse en sus agujereadas suelas las hirien EL TEMIBLE CADDO LAKECUANDO el batir de los cascos del caballo retumbó sobre el duro piso, frente al porche de la aislada hacienda, del interior surgió la esbelta silueta de Silvya Morris, quien se EL TIRO POR LA CULATAFurioso, Emily Rook, el ranchero, arrojó sobre su mesa el pliego de burdo papel que contenía el sobre que acababa de rasgar. Era la tercera vez que recibía el mismo papel con e EL ÚLTIMO REDUCTOEn mangas de camisa, mostrando al desnudo sus recios y velludos brazos, con dos revólveres al cinto y uno sobre la mesa, Foster Andrews hacía correr la pluma sobre el papel, re FANFARRÓN Y PENDENCIEROEL jurado del pequeño pueblo de Klona, en el Estado de Washington, próximo al río Yakima, acababa de emitir su fallo. La brusca y pendenciera persona de Thorme McLeod quedaba a FUGADOQUINCE días llevaba ya Griffith Irwing consumiéndose de tedio e impaciencia en una de las jaulas de las oficinas del sheriff de Casa Grande, un poblado de Arizona a caballo sob GUARIDA DE FORAGIDOSFrancis Lao, uno de los dos comisarios a las órdenes del sheriff Merrit Lasky, penetró, rojo como una artemisa, en el despacho de su jefe. Las piernas le temblaban como dos mue GUERRA EN EL PANHANDLELa colosal empresa explotadora del célebre rancho, luchó, murió y terminó por quebrar con pérdida de muchos millones de dólares; pero la semilla de sus teorías quedó tan arraig HOMBRES DE PRESA—Es cierto, mi capitán, parece mentira en quien presume de pistolero duro y valiente, pero así ha sido. —En efecto. Ha sido usted una víctima del deber cumplido y no precisamen HOMBRES MARCADOSHENDRIK Fefray detuvo su jadeante y sudoroso caballo elo n la loma de la colina que acababa de coronar y volviendo su turbia mirada hacia el sur, trató de abarcar el paisaje ha HURACÁN DE NERVIOS¿QUÉ te sucede Karf? Te veo muy preocupado. —Lo estoy, y mucho, Kenneth, no puedo negarlo. —¿Acaso te duele más la herida del brazo? —¡Al diablo la herida! Me duele, pero me lo JUGANDO CON DOS BARAJASPor una extraña casualidad, le habían encontrado herido y privado de conocimiento en un terreno abrupto, al que no hubiesen llegado de no ser porque perseguían a un cervatillo KANSAS SANGRANTELULIO de 1855. El pueblo de Lawrence en Kansas, situado a unas cuarenta millas aproximadamente de la frontera de Missouri, empezaba a surgir fuerte y vigoroso en virtud del esp KERRY, EL FRACASADOEn aquella fecha, Baker era un pueblo más de los muchos del Oeste. Una calle central anchísima, polvorienta en verano y cenagosa en invierno, que servía tanto como calle como s LA HEROÍNA DE WHITEWOODTrágicamente se había presentado el viaje para la caravana que capitaneada por Lewis Raff, emprendiera el duro viaje desde el Norte de Dakota, con la esperanza de alcanzar las LA LEY DE LYNCHSAMUEL Redgrave se aferraba con desesperación a los sólidos barrotes de su pequeña celda, contrayendo sus duras manos en ellos hasta hacerlas blanquecer del esfuerzo, pero los LA LISTA NEGRAa mañana en que Jack Hamilton dio vista al poblado de San Mateo, en el Estado de Nuevo Méjico, el sol se quebró con fuerza en el plateado mango de su Colt ceñido a las caderas. LA MEJOR RECOMPENSAFOLEY, esto es cuanto te puedo decir, no es mucho, pero es más de lo que tú sabías del cabeza loca de tu hijo. —Sí, James—respondió amargamente el ranchero Foley contestando a LA MINA DE LA MUERTEEXISTE en Nevada, junto al río Humboldt, a un centenar de millas de Virginia City, la célebre ciudad minera, un terreno salino, inmenso depósito de sal natural, cuya procedenci LA PERLA DEL MISSISSIPPILULI Kirnell captó la seca detonación del disparo cuando al agradable calorcillo de los troncos que ardían en el hogar, casi había quedado adormilada con la costura sobre el al LA RUTA INFERNALLA torada se extendía por la llana pradera a menos de dos millas de la bulliciosa ciudad de San Antonio. Empezaba la primavera y desde que se abriera la ruta del ganado a travé LA TUMBA DE TURNER JOYAQUELLA carta y aquel cuaderno escritos por la mano firme y valiente de Turner Joy eran los que ahora, a solas en el vagón camino de Nevada, Pat, más sereno de espíritu, pero m LAS CISTERNAS DE LA MUERTENO era un soñador Ken Wally, no lo había sido nunca en su vida. Hijo del Oeste, descendía de los célebres Wally, una familia de pioneros de los que primeramente cruzaron el Ark LOBOS EN LA CORDILLERALa taberna estaba casi llena de clientes vocingleros que discutían roncamente por cuestiones nimias. El alcohol se les había subido a la cabeza a algunos y dado lo caldeado de LOS MUERTOS NO HABLANERAN las once y media de la noche. Kennett McIver, consultó su reloj con cierta impaciencia. Jack Scoot, uno de los peones de pastoreo de las afueras del poblado, había hecho l LOS TRAIDORES DE LA RUTAMaxwell, con sus cincuenta años cumplidos, resultaba aún un tipo de hombre digno de la pléyade de colonizadores que se establecieron a lo largo de la llamada ruta del Oeste, aq LUCHA DE TITANESLas relaciones de vecindad entre Lester Kent y Sidney Keyes no eran cordiales, ni siquiera de tipo indiferente. Los dos se odiaban rabiosamente y los dos constituían una fuerza LUCHANDO EN LA SOMBRAMANILA era un pequeño poblado a unas veinticinco millas de Helena, la capital de Montana. No tenía una gran vida propia, pero sí cierto movimiento ambulatorio de tipos rudos y MALA GENTECARLTON Dacres, sentado cómodamente en un sillón del despacho, con las piernas cruzadas indolentemente y la pipa entre sus fornidos dientes, fumaba con displicencia y miraba a NACIDO PARA RANGERPORTIUS Munsker, al terminar la guerra de Secesión, se vio con una brillante licencia en el bolsillo, un par de medallas bien ganadas, tres cicatrices ocultas bajo la ajada gue NAIPES, SANGRE Y COLTSSANTA Fe de Nuevo Méjico, capital del Estado del mismo nombre, fue siempre una ciudad que, pese a las vicisitudes de los tiempos y a los azares políticos, conservó ese sello ca NO HAY ENEMIGO PEQUEÑOMEEKER era un poblado olvidado de la mano de Dios en el noroeste de Colorado, en un gran vano casi vacío, en el que el Witer River y el macizo montañoso de Danforth eran el sal ODIO MORTALEL fiero mastín de los Hiltt ladró furiosamente por detrás de la alta y poderosa cerca de adobe recién reforzada, y con las orejas puntiagudas y la boca medio abierta, clavó su RUFIANES EN OMAHADEMASIADO densa era la atmósfera que reinaba aquella noche en El Ancla de Plata, la enorme y sórdida taberna instalada frente a los muelles en la parte más bronca y atrabiliari SAM, «EL PACIENTE»La comarca no podía ser más mísera. El terreno, áspero y hosco, sólo ofrecía una hierba amarillenta y corta creciendo, entre pedregales o accidentes del terreno que no servía p SEIS AÑOS DESPUÉSEn pie, tenso, frente a la mesa del director de la cárcel, Zony Hodgins escuchaba como distraído las frases que el jefe del penal le estaba dirigiendo y aunque dichas frases en SENDA DE PERDICIÓNJUDY, acodada sobre la jamba de la ventana de su dormitorio, con la firme barbilla sujeta por las palmas de sus manos, dejaba vagar de un modo impreciso la mirada hacia el nort SINDICATO GANADEROCUANDO Christian Sense regresó a la taberna del Tulipán de las Praderas, de vuelta del almacén donde había ido a renovar su carga de proyectiles y algunas otras cosas que neces TESTARUDOS COMO MULASLa culpa de que la recia amistad que durante varios años ligara a Sack Bowers y Chuck Cassidy se rompiera, la tuvieron dos caballos. Ninguno de los dos quiso reconocer que la c TIERRA CODICIADACuando a Dinah le comunicaron que su marido había caído muerto en el polvo de las calles del poblado acribillado a balazos, la noticia no la cogió de sorpresa. Ella sabía que B TRIBUNAL DE INJUSTICIASDE todos los poblados próximos a la raya de Méjico, en Arizona, quizá ninguno tan extraño y dejado de la mano de Dios como Cerro Colorado. Muy próximo a uno de los montes más á TRIO DE GRANUJASEL tren empezó a aminorar la marcha y Hobbs Spence bajó el cristal de la ventanilla y echó un vistazo hacia fuera. Al frente, relativamente cerca, se vislumbraba la configuraci UN BUEN SERVICIOLA noche era oscura y dominada por un poco de niebla húmeda y fría, que medio borraba los trazos del pequeño andén de la estación de Picacho, un pueblo de poca importancia de l UN DESESPERADOPor todo Montana había circulado la noticia de que, en un lugar hosco, apartado y de existencia dura, se había descubierto un rico yacimiento de oro, al que habían acudido buen UN MUERTO EN EL SENDEROCUANDO Donna Clanton decidió aceptar las relaciones amorosas que la había propuesto Charles Kik, estuvo muy lejos de sospechar las tragedias que iba a encender en varias vidas, UN RINCÓN PARA MORIROWEN Hipckin se sentía morir sobre la silla del caballo. En un esfuerzo heroico que agotó sus ya escasas fuerzas había salvado sobre su montura más de cuarenta millas de un cam UN VAQUERO EN DENVERDesde que Camerón llegara al rancho con aires de presunto heredero y, por lo tanto, presunto dueño de la hacienda, le había sido antipático, pero sobre la antipatía general que UNA HERENCIA PELIGROSAAUSTIN McLean se iba al infierno de cabeza. Él lo sabía, pero no parecía muy preocupado por ello. Había dado demasiada guerra en el mundo y se creía compensado de haber ganado UNA OPORTUNIDADCUANDO una mañana, Jesse Prinz despertó a la realidad después de una noche de borrachera y de haberse peleado con tres desconocidos que le dejaron el cuerpo medio molido a golp UNA PRUEBA TRÁGICAEran aproximadamente las cinco de la tarde de un luminoso y tibio día del mes de mayo, cuando un calesín, tirado por dos magníficos caballos se detenía junto a la verja de mane UNO MENOSJONATHAN Burcley, gozó durante la última etapa de su azarosa y espectacular vida, un apodo irónico que la mitad de los habitantes de San Francisco de California, le adjudicaron VENDAVAL DEL OESTEADA se llamaba el poblado y, en realidad, no era nada perdido en la tersura del Valle Escalante, al oeste de Utah y muy próximo a la divisoria de Nevada. Tratábase de un pequeñ WHISY CITYDodley, hombre duro, muy corrido en todo el Oeste y fracasado en el bien y el mal, se vio rayando con la cincuentena sin haber resuelto el problema de su existencia de ninguna