TOM WEST : A GOLPE DE GATILLO
—¡Voy a matarle, Fikert! No se produjo el menor cambio de expresión en el rostro duro y huesudo de Julius Fikert, dueño y director del Eagle Rock Bank, mientras miraba fijamente el negro cañón del 45 que le apuntaba. Conocer a los hombres era algo que entraba en la profesión de Fikert, y ahora sabía, con certeza, que Jack Sullivan, a pesar de ser joven, estaba a punto de cometer un crimen. —¡Sí! —continuó Sullivan amargamente, con voz hosca y tensa—. Voy a verle morir lentamente, de modo que tenga tiempo suficiente para pensar en algunos de los sucios manejos que ha llevado a cabo. —Con el dedo pulgar echó hacia atrás el percutor del revólver—. ¡Matarle será un placer!
A GOLPE DE GATILLO
—¡Voy a matarle, Fikert! No se produjo el menor cambio de expresión en el rostro duro y huesudo de Julius Fikert, dueño y director del Eagle Rock Bank, mientras miraba fijament