Ser adolescente simplemente no es fácil, por mucho que estemos recibiendo la mejor educación y tengamos los mejores padres, las cosas suelen salirse de control y más cuando hablamos de personas ricas que mandan a sus hijos a internados para de alguna forma no tener que verlos, esa es mi humilde opinión, claro. Definitivamente no era una opción que me fascinase cuando me mandaron por primera vez y a la fuerza al instituto Monteangello, no me gustaba convivir con personas de la misma clase social que yo, era más de las que prefería pasar desapercibida por todas las miradas, jamás había salido en una noticia a pesar de que mis padres son importantes empresarios. Estaba en mi último año de instituto y pensé que de alguna forma "la chica reto" iba a pasar al olvido, pero como era de esperarse, el universo y yo no nos poníamos de acuerdo y el que pensaba que sería un año llevadero y tranquilo, pasó a ser el más difícil, entretenido y con altibajos de todo tipo. Era duro enamorarse por primera vez, las inseguridades no ayudaban para nada y normalmente tus amigas estaban tan perdidas como tú o hasta peor, sin un adulto confiable al qué acudir ¿Qué podríamos hacer? ¿Quieres a acompañarme en esta historia? Quizá sepas qué está pasando antes de que yo me de cuenta, al final, no es nada fuera de este mundo, a todos nos pasan cosas parecidas y, si no les ayuda a ustedes, por lo menos ayúdenme a mí. Así que... ¡Bienvenido seas !