Cada vez que una persona está muriendo su alma emite un grito de auxilio, como el dios de la Muerte y un puente entre la tierra, el cielo y el inframundo, Mors es el encargado de acudir a ella y antes de que se pierda en el limbo, llevarla a su morada final. Está acostumbrado a caminar entre las sombras, a no ser visto ni tocado jamás, y está bien con eso, después de todo, su trabajo viene acompañado de la soledad, no obstante, todo cambia una noche cuando al atender el llamado de un alma, se encuentra con un chico que no solo lo vio, sino que con un toque se quedó grabado por siempre en su corazón. Leo es un joven dulce, con un extraño don al que considera su peor maldición y que lo obliga a mantenerse alejado de todos. Cuando llegó a la gran ciudad en busca de su hermano gemelo, no esperaba descubrir que este se había ido hacía tiempo por culpa de un demonio. A partir de entonces, se verá inmerso en un oscuro mundo de seres sobrenaturales que solo podían existir en sus más terribles sueños, y vivirá en una constante lucha por escapar de la maldad que lo asecha, la misma que lo llevará directamente a los brazos del único ser al que de verdad tendría que temer más que a cualquier otra cosa.