«Adriana Buenos Aires», como «última novela mala», fue concebida por Macedonio Fernández en relación con «Museo de la novela de la Eterna». En verdad, su autor alguna vez se propuso editarlas juntas o una después de la otra. A pesar del carácter folletinesco —el triángulo amoroso a través de una singular concepción—, prefigura las innovaciones y propuestas novedosas de «Museo de la novela de la Eterna», la «primera novela buena», al poner en evidencia los procedimientos caducos del realismo dominante en la narrativa argentina del siglo XIX. Al parecer, y aún más si consideramos que fueron escritas simultáneamente, una sirvió como soporte de la otra, en esa búsqueda estética de la «novela futura».
ADRIANA BUENOS AIRES«Adriana Buenos Aires», como «última novela mala», fue concebida por Macedonio Fernández en relación con «Museo de la novela de la Eterna». En verdad, su autor alguna vez se pr CONTINUACIÓN DE LA NADAUna reflexión que se me ocurrió con el retardo usual en los temperamentos activísimos que se alaban en todas las biografías, es la de que el inverificable lector de «Papeles de MANERA DE UNA PSIQUE SIN CUERPOMacedonio Fernández, Macedonio para los amigos. ¿Quién es Macedonio? Algunos quizá creyeron que había sido una creación de Jorge Luis Borges, aunque otros habían leído ya en aq PAPELES DE RECIENVENIDOEn Papeles de Recienvenido, Macedonio Fernández entrelaza metafísica, humor, teoría y novela. Desde la organización misma del libro cartas, salutaciones, discursos, capítulos s POEMASLigada estrechamente a sus meditaciones filosóficas, la poesía de Macedonio Fernández responde a esa peculiar interpretación de la realidad que desde la perspectiva de un ideal TEORÍAS«Teorías» reúne distintos estudios y reflexiones del pensador y escritor Macedonio Fernández (1874-1952) que revelan al gran filósofo argentino del siglo XX. Su aporte indiscut UNA NOVELA QUE COMIENZAUna novela que comienza es uno de los escasos ejemplos de «novela buena» que nos legó Macedonio Fernández, con lo que se torna imprescindible para comprender la evolución del c