Sebastián Ruiz ha vivido en las sombras a raíz del trágico accidente que le arrebató a sus padres cambiándole la vida como si un tsunami hubiese impactado contra él. Siendo aún tan joven al que de momento le interesaban más sus estudios, las fiestas y las chicas. Él, tuvo que convertirse drásticamente de la noche a la mañana en el dueño absoluto de las empresas de su progenitor y al mismo tiempo, él, se convertiría en padre, pues quedaba a cargo de su pequeña hermana, Cristina. Desde entonces siendo el hermano mayor, tomó las riendas de la casa, de la empresa y se prometió cuidar de la pequeña Cristina, catorce años menor que él, convirtiéndose desde entonces en un ser obstinado y furioso con la vida, salvo con su hermana. Pero entonces algo ocurre, la vida le ha reservado dos sorpresas para las que este hombre ni en mil años estaría preparado. La primera, es un torbellino llamado Luciana Quinn, una fotógrafa apasionada de cada paisaje de la naturaleza; su único amor hasta entonces había sido su cámara, sin embargo, el día menos esperado, se "tropieza" con Sebastián y sus ojos grises cargados de furia se convierten en el centro de su universo dejándola prácticamente idiotizada de amor. La segunda sorpresa es una de las misiones más loables e importantes de este planeta, hacer que Sebastián vuelva a creer y sobre todo a jamás perder la fe. Cuando la vida te causa dolor, esta tiene sus maneras de redimirte. Nunca te rindas ante las adversidades de la vida porque el amor, la fe y la magia continuamente caen desde el cielo apuntándote solo a ti. Mantén los ojos bien abiertos.