Este libro aborda el fin del Antiguo Régimen y el triunfo del liberalismo en España entre 1808 y 1868, es decir, entre el comienzo de la Guerra de la Independencia y de la revolución liberal y el final del reinado de Isabel II. Los decisivos procesos de cambio que tienen lugar en este marco convulso se analizan desde una doble perspectiva, política y social, que muestra, de un lado, las profundas transformaciones que comporta el triunfo de la sociedad burguesa y, de otro, el difícil tránsito de la Monarquía absoluta al régimen constitucional.