Me llamo Jack Lewis y soy un hombre normal o casi. Lo que me hace diferente es que no tengo ni un solo problema, de ningún tipo. Tengo cuarenta años y he alcanzado todas las metas que me había propuesto alcanzar. Solo lamento una cosa: no tengo una mujer a mi lado con quien compartir mi vida y mis éxitos. Una vez creí que la había encontrado, a la mujer correcta, pero luego, un día de lluvia, mis certezas se derrumbaron. Desde entonces, no he vuelto a pensar en el amor, porque no creo que exista. Pero esta mañana un tornado se abatió sobre mí y mis certezas se desmoronaron nuevamente, cuando una mujer cayó en mis brazos. Mis ojos se encontraron con los suyos y mi corazón dio un vuelco. No sé si le daré al amor otra oportunidad, pero ciertamente no dejaré que este pequeño tornado se me escape. - Advertencia de Jack a los lectores: “Soy un simpático megalómano y además digo muchas palabrotas. Si eso ofende vuestra sensibilidad, esta historia no es para vosotros.”