Nada en la vida de Mandy es normal. En su mundo la locura no falta. No iba a ser ella la que conociera al hombre de sus sueños cuando este la rescatase de una torre en la que la mantenían prisionera. Eso lo tenía claro. Pero lo que nunca pensó, es que un cubo de fregar lleno de agua sucia fuera el causante de que su vida cambiara para siempre. Tras caer al suelo y quedar cubierta por completo de una apestosa mezcla de friegasuelos de pino y suciedad, conoce a un hombre rudo, borde y déspota que, a pesar de dejarle claro quién es el que manda, encarna al príncipe azul con el que tanto sueña. ¿Será capaz de domar al lobo feroz que se abriga con la piel de «príncipe» sin ser devorada? Nada en la vida de Sebastián es caótico. En su mundo, el orden y la limpieza no faltan. No iba a ser él quien conociera a la mujer de sus sueños cuando menos se lo esperara, eso lo tenía claro. Pero nunca pensó que un cubo de fregar fuera el causante de ese milagro. Cubierto por completo de agua sucia, conoce a una joven alocada, alegre e inocente que encarna a la princesa con la que tanto sueña. ¿Será capaz de domar a la guerrera que se abriga con la piel de «princesa» sin ser devorado? Un «príncipe» no tan perfecto y una «princesa» no tan refinada, cometen el error de soñar juntos.