Hay pocas cosas que molesten a la inspectora de policía Guiomar Aguilera.Tener que trabajar a las órdenes del comisario Javier Carmona, patrullar con el novato Eduardo Román o acordarse de su prófugo marido Álex Hidalgo. Todo esto la cabrea sobremanera.—Hemos encontrado un cadáver.Hallar el cuerpo sin vida de una persona con signos de haber sido torturada también forma parte de la lista de cosas que la enfurecen. Con toda probabilidad, esa es la que ocupa el primer lugar.Un intrincado caso en el que se mezclan los más oscuros instintos humanos con las habilidades de una inspectora en horas bajas, la inexperiencia de un agente en prácticas y la ineficacia de un comisario holgazán, obligará a Guiomar Aguilera a sobreponerse a sus manías y duelos y embarcarse en un misterio que volverá a cambiar su inestable existencia. Lo que no sabe aún es que…«Nadie toca a la Perra».