El autor del presente libro desarrolla una sorprendente temática afirmando que la raza humana está interactuando en su proceso de evolución dentro de la proyección de un holograma programado por algo, detrás de la escena, con la finalidad de materializar la energía libre en cuerpos materiales. Estos serían semejantes a acumuladores de energía, con la finalidad de abastecer la necesidad de la estrella madre, oculta detrás del holograma cósmico.  Explica el autor que todos los pensamientos, sentimientos y acciones humanos tienen algún sentido de coherencia integradora, si se los comprende como mecanismos reflejos de la matriz del cosmos, exponiendo que el planeta Tierra y los seres humanos forman parte de algo más grande que ellos mismos, quizás de una gran planificación no comprensible aún por la mente humana.  El autor afirma que somos parte de una civilización galáctica que tiene la capacidad inmensurable de proyectar hologramas o espejos que pueden asemejarse a soles y planetas.  La característica novedosa en esta teoría es la afirmación del autor de que todos, no sólo estamos dentro del holograma mencionado, sino que también formamos parte de la esencia inmortal fuera del mismo. Similar a un rodaje de película, donde la realidad virtual se refleja dentro del holograma como realidad material solidificada.  En definitiva, somos parte de la misma estrella madre, ya que existe nuestro doble en otra dimensión.