ALBERT ROSBUND : CORTINA DE HUMO
Llegué a la tierra del presidente Carter cuando éste era noticia de primera plana junto a Anastasio Somoza. Había tenido tiempo durante el trayecto en tren para leer los periódicos e informarme de cómo estaban las cosas en el mundo —aunque algunas noticias me habían llegado ya durante mi clausura— y sacar mis propias conclusiones. Jimmy Carter, después de su alocución pública al país, había recibido sobre su mesa la dimisión del gobierno en pleno, hecho histórico en Estados Unidos. Por su parte, Tachito había abandonado su poder de sangre y corrupción para instalarse en Sunset Island, Miami Beach, con el beneplácito de nuestros máximos dirigentes, en agradecimiento por haberles librado de uno de esos pesados periodistas que tanto incordian. Los compañeros de Bill Stewart, por supuesto y sin rubor, habían acudido al aeropuerto de Homestead y luego a la rueda de prensa en su residencia para hacerle los honores. Allá, en Nicaragua, a dictador muerto, dictador puesto; todo seguía espantosamente igual[1]. En Irán, por poner otro ejemplo, había sucedido ídem. Y nuestro cacahuetero quejándose públicamente de la crisis moral y espiritual del pueblo, de la falta de fe. ¿Cómo no, hermano, después de guerras inútiles, Watergate, canalladas made in CIA, chanchullos políticos, altos mandatarios que mueren cuando están en lo más gozoso con la secretaria de turno…?
AMARGO SABOR DE TRIUNFO
Albert Rosbund es el pseudónimo del escritor Alberto Rosbound Izquitino
ATRAPADO
—Frank, estoy preocupada. Cuando Edna me echaba las manos al cuello y me decía esto, yo ya imaginaba de qué se trataba. Algo relacionado con su hermano Chris. —¿Qué pasa ahora?
BRIGADA DE DETECTIVES
Helen Tracy vivía unas fechas felices. El día anterior había sido el aniversario de su boda. Veinticinco años de matrimonio. Por tanto, bodas de plata. Algo inolvidable para un
CHANTAJE CRIMINAL
Me había trasladado al centro de la ciudad para hacerme una idea del muchacho. El grupito que capitaneaba tenía prevista una manifestación entre los parques Lafayette y Douglas
CHICAS Y BALAS
LLEGUÉ a las pistas universitarias por la mañana, bien temprano. El sol aparecía débilmente en el firmamento, limpio de nubes. Un grupo de muchachas corrían por él recinto exte
CHINATOWN-77
Un maldito timbre rompió en mil pedazos la imagen de la fenomenal rubia que me dedicaba generosamente un striptease. Bostecé, parpadeé varías veces y di un par de vueltas en la
CONCHO
Richard Foster tocó con los nudillos en la puerta, siendo invitado inmediatamente a pasar. —Hija, ese muchacho ya ha llegado. Joan Foster, joven de veinte años, rubia y atracti
CORRUPCIÓN
Cuando volví a ver a Martha Caldwell, después de varios meses de total separación, me alarmé enormemente. Nos habíamos conocido un año y pico atrás. Por esas fechas, James Simp
CORTINA DE HUMO
Llegué a la tierra del presidente Carter cuando éste era noticia de primera plana junto a Anastasio Somoza. Había tenido tiempo durante el trayecto en tren para leer los periód
CUANTO MÁS MUERTA, MÁS GUAPA
Oh, amigo, cuánto me alegra haberle encontrado. Me llamo Robert Malcolm. —Bob para los amiguetes— y cuento treinta años de edad. La imagen que el espejo da de mí es la de un ti
DETECTIVE STORY
Era dulce y bonita, largos cabellos dorados. No tendría más allá de los veinte años. —¿Es usted Stuart Douglas, el detective privado? —me preguntó con una voz casi angelical. L
DÓLARES ROJOS
¿Conocen ustedes el truco de los homosexuales? ¿No? Entonces, sigan leyendo. Cualquiera puede salir un domingo por la tarde dispuesto a dar un paseo por el parque. Está solo y
EL PRIMER FRACASO
La señora Winter trajo un bonito juego de café, de porcelana, en una bandeja. Sirvió las tazas mientras su esposo abría su pitillera de oro y me ofrecía de fumar. Cuando termin
ENCANTADORAMENTE MUERTA
Eran las once de la mañana cuando llegué al despacho de Clark Borden. Me había telefoneado la noche anterior con el ruego de que acudiera a su oficina en cuanto pudiera. Había
ESPIRAL DE MUERTE
Mi último trabajo había consistido en elaborar un amplio informe acerca de Elmer Bronson, un directivo de la Ferguson Incorporated. Según mis investigaciones, las sospechas que
ESTÁS SOLO CUANDO ESTÁS MUERTO
El cliente se llamaba Kent Parker y se trataba de un joven de veinticinco años, bastante tímido e inseguro de sí mismo, con un flamante título universitario bajo el brazo —abog
FIEBRE DEL SÁBADO TRÁGICO
Aquel viernes no fue mi día. Yo trabajaba como agente de seguridad para la Meteor, empresa especializada en productos químicos. Para nadie era un secreto que estaba respaldada
FURIA EN LA NOCHE
Me las prometía muy felices con Susy aquella noche. Ibamos por la primera botella de champaña, ella se había quitado los zapatos y yo la corbata. Entonces, sonó el teléfono. Co
HOMBRE EN LA TRAMPA
El día había sido agotador, como el lunes y el martes, y como lo serían el jueves y el viernes. Habíamos entrado en lo que yo llamaba la «semana diabólica». Una semana en la qu
INFIERNO SIN SALIDA
Cuando Amos Carpenter me comunicó que debía personarme en el despacho de Gregg Forster, el todopoderoso, no pude evitar un cierto sentimiento de temor. No era nada habitual ese
LA LEYENDA DE LOS INDIOS MIWOK
Annabelle Dubois, a pesar de su nombre y apellido, era norteamericana. Pero eso sí: descendía de franceses. Según le contó una vez su madre, sus abuelos llegaron nada menos que
LADY KILLER
Me sacaron de la cama a las cinco de la madrugada, cuando sólo hacía cuatro horas que me acababa de acostar. Elaborar el informe final del caso Zimbalest me había proporcionado
LAS DAMAS NO MUEREN DE NOCHE
Un patrullero enfocó con su linterna el cuerpo tirado grotescamente sobre el húmedo suelo. No hacía mucho había dejado de lloviznar. El frío, a aquellas horas de la madrugada,
LAZO DE SANGRE
Cuando Burt Conway salió de la prisión de Leavenworth, habían pasado nada más y nada menos que veinte años sin saber lo que era sentirse como un ser humano libre. Todo le parec
MÁS ALLÁ DE LA INOCENCIA
Dicen que el día catorce de febrero es el Día de los Enamorados. Yo no tenía novia, ni siquiera estaba enamorado de chica alguna, pero aquella mañana me la pasé declarándole mí
MI PISTOLA SE QUEDÓ SOLA
Fui a ver al señor Fred Carson porque se lo había prometido a Betty, Sólo por eso. Realmente, no tenía ningunas ganas de trabajar, ni siquiera en eso que llaman pomposamente «r
MUERTE BAJO CERO
—Parece mentira que con tanta puñalada, este hombre haya podido caminar… —Sólo fueron unos metros. Además, era un hombre corpulento, fuerte… —Se presenta la agente Heidi Hein —
MURDER STORY
El muchacho que apareció por mi oficina aquella mañana no tendría más allá de los veintidós años. Era moreno, de piel bien curtida y cabellos negros recortados por un peluquero
NO PIROPEES A LA MUERTA
En el bar de Simpson, el personal no hacía otra cosa que realizar comentarios sobre la nueva figura tenística del país: John McEnroe. El muchacho había ganado el Masters celebr
NO SIEMPRE SE GANA
La rutina del día se vio rota por la aparición de aquel hombre joven y atlético, bien parecido, que se identificó como policía. —Mike Madox, detective de primera —mostró a la v
PÁGINA NEGRA
Éramos ocho en una noche de perros. Del cielo, negro como el fondo de un pozo, caía una fina lluvia molesta, hacía un frío que casi obligaba a tiritar y para postre había que o
PORNOMUERTE
Había cierta impaciencia en el set de rodaje porque la figura estelar no aparecía. Lyndon Truman, el dueño de la productora y el que al mismo tiempo hacía de guionista, directo
REQUIEM POR UN SENADOR
Mi nombre es Hawk, John Hawk, y soy uno de los ayudantes del sheriff del condado. Esta es una tierra árida, bastante inhóspita, cercana al desierto, en el sudoeste del país. Fe
RUBIA ES LA MUERTE
Lo encontré en la barra de Malcolm’s, tal como habíamos quedado unas horas antes telefónicamente. Malcolm’s es un elegante bar sito en Miramar Street, en pleno centro de Los Án
RURAL EN PELIGRO
AMANECIÓ un día más sobre Captown y no se puede decir que las gentes del lugar, tras salir al exterior de sus viviendas o mirar a través de los cristales de sus ventanas, se al
SANGRE EN EL PARAÍSO
Una mañana apareció mi jefe con rostro radiante por la oficina y me dijo: —Ahí te queda eso, Bob. Me largo. Así de escueto. Hizo un petate con sus objetos personales más querid
SHEILA ES LA CLAVE
Cuando aparecí por la oficina, la morena y escultural Daisy, quitándose el lapicero de la boca, me dijo: —El jefe quiere verte. —Gracias, monina. Me dirigí hacia la puerta rotu
TE QUIERO… MUERTA
La gente salía apresuradamente de la empresa, con la satisfacción de haber dado por terminada una jornada más de trabajo, ahora, lo que restaba del día les correspondía a ellos
TIERRA AL ASUNTO
—Arriba le espera un monumento, señor Silver —me informó el conserje, guiñándome un ojo picarescamente, en cuanto aparecí por el hall del edificio donde tengo instalada mi ofic
UN CASO CERRADO
Llegué al Buster Club a las doce en punto, hora en que había sido citado. A la entrada un uniformado empleado, muy educado, me pidió el carnet de socio y yo le dije que había s
UN SANGRIENTO ENIGMA
Alcé la cabeza y entre el denso humo que llenaba el local encontré la sonrisa sempiterna de Doug Latimer. Era un tipo alto, moreno, vigoroso, de treinta años de edad, que se me
UN SUCIO ASUNTO
Se acercó al tocador y se miró en el espejo. Era rubia, llenita, de ojos claros y facciones que en otro tiempo debieron ser bellas, pero que ahora, con el paso de los años, dej
UN TIPO PELIGROSO
El caso de Rhonda Peters comenzó a las nueve de la mañana de un día primaveral que prometía ser como los anteriores, sin frío ni calor, agradable para danzar por la calle. A es
YO, CULPABLE
Era un día soleado y hermoso, como casi todos los de aquella primavera que tocaba a su fin. Desde la concurrida terraza del Golden Bar se podía observar el tranquilo y azul mar