ALAN BENNETT : UNA LECTORA NADA COMÚN
Si sus perros hubieran respondido a su llamada, la reina no habría descubierto el vehículo de la biblioteca móvil del ayuntamiento aparcado junto a las puertas de las cocinas del palacio. Y no habría conocido a Norman, el joven pinche de cocina que estaba leyendo un libro de Cecil Beaton e iba a constituirse en su peculiar asesor literario. Pero ya que estaba allí, la reina decide llevarse un libro. ¿Y qué puede interesar a alguien cuyo único oficio es mostrarse interesada? Isabel II de Inglaterra descubre en los estantes de la biblioteca el nombre de una escritora que conoce, Ivy Compton-Burnett. Y de ella a Proust. Y de Proust a Genet, cuya sola mención hará temblar al presidente de Francia, sólo median algunos libros. Así, azarosamente, ella, que hasta entonces sólo había sido un lugar vacío ocupado por una fuerte idea del «deber», descubrirá el vértigo de la lectura, del ser, del placer.
CON LO PUESTO
Después de una noche en la ópera, encontrarse la casa desvalijada por los ladrones es un hecho siniestro. Pero si desaparece también la moqueta, el rollo del papel higiénico, e
DOS HISTORIAS NADA DECENTES
Este libro consta de dos novelas cortas: "La señora Donaldson rejuvenece" y "La ignorancia de la señora Forbes". La señora Donaldson es una viuda reciente, de cincuenta y cinco
LA DAMA DE LA FURGONETA
En 1974, cuando Miss Shepherd y su furgoneta se instalaron definitivamente en el jardín de la casa de Alan Bennett, ya hacía varios años que ambas eran conocidas en el barrio.
UNA LECTORA NADA COMÚN
Si sus perros hubieran respondido a su llamada, la reina no habría descubierto el vehículo de la biblioteca móvil del ayuntamiento aparcado junto a las puertas de las cocinas d