ALAIN PAGE : DELEGACIÓN ESPECIAL
Sus ojos brillaban un poco más de lo corriente y le temblaron un poco los dedos al encender el cigarrillo. Genia suspiró. De vez en cuando, Yura se ponía así, pero ella nunca había podido saber el porqué. Estaba convencida de conocer a su marido en todos los aspectos corrientes de su existencia y, sin embargo, adivinaba un misterio en su conducta. Él no se había querido confiar nunca. Se limitaba tan solo, de vez en cuando, a ponerse nervioso, a beber el té ardiendo o a tomarse cien gramos suplementarios de vodka.
DELEGACIÓN ESPECIAL
Sus ojos brillaban un poco más de lo corriente y le temblaron un poco los dedos al encender el cigarrillo. Genia suspiró. De vez en cuando, Yura se ponía así, pero ella nunca h