Pamplona, la capital perdida. Es esta ciudad, cuya reconquista ha soñado mil veces desde que era niño, el lugar donde pasea sus emocionados ojos un maduro Joanes Mailu. No ha llegado a ella por propia iniciativa, sino enviado por el rey, Enrique de Navarra. Su misión, alzar a los habitantes del reino perdido contra el conquistador castellano. Las perspectivas parecen buenas, pero la realidad se parece poco a lo que le han contado.La última entrega de la trilogía «El Reino y la Fe» de Aingeru Epaltza se presenta llena de aventuras: sangrientas batallas y apasionados amores, salas palaciegas e infectas mazmorras, venganzas y traiciones, conspiraciones y sabotajes que nos llevan desde Lapurdi hasta el Mediterráneo, y de aquí a París, pasando por Gipuzkoa, Bretaña y, sobre todo, la capital navarra, la gran protagonista de esta historia. Junto a la aventura, un halo de melancolía empapa toda la trama. Joanes Mailu envejece vapuleado por todos mientras se va percatando de su absoluta soledad. Hay también una reivindicación de la narración a través de Axular, quien, en un guiño a los actuales lectores, ejerce de rival y al mismo tiempo de admirador de Mailu.
CASTA DE BASTARDOSSiglo XVI, Navarra se desangra: las luchas intestinas, la conquista castellana, los intentos de reunificar el reino, las guerras religiosas… En mitad de todo ello pervive a dur NUESTRA JERUSALÉN PERDIDAPamplona, la capital perdida. Es esta ciudad, cuya reconquista ha soñado mil veces desde que era niño, el lugar donde pasea sus emocionados ojos un maduro Joanes Mailu. No ha l ROCK’N’ROLLUna mujer que le acaba de echar de casa. Un trabajo poco reconocido y peor remunerado como redactor de sucesos en el segundo periódico de la provincia. Un hijo en el que le res YO, QUE FUI REY DE NAVARRAParís y la suntuosa corte del rey francés son escenario de los mayores excesos y de las más sutiles intrigas: las fintas diplomáticas y las luchas a espada a pie de calle, los