Gata: Estampar mi coche contra el deportivo de mi nuevo jefe el primer día de trabajo no es empezar bien, pero mi plan no es arreglar las cosas con él. Iker Igualde se va a arrepentir del día en que pidió que estuviera bajo sus órdenes. Iker: Arquitectos de todo el mundo quieren estar en mi equipo, pero ¿ella? No, por supuesto que no. Aunque Gata ya no puede afectarme. Ni siquiera me molesta que niegue que nos besamos. No sé si finge peor que no se acuerda o que no le gustó, pero no me importaría refrescarle la memoria. Cuando el idiota que te partió el corazón pide ser tu nuevo jefe, solo tienes una opción: acabar con él.