Los vagabundos de Furia aparecían como caídos del cielo o escupidos del infierno. Pasaban largas horas tendidos al sol, inmóviles en la ribera, recuperándose de fracasos o heridas secretas, pero meditando nuevos planes, con un brillo de malicia en los ojos a pesar de su silencio o sus modos esquivos.” La sangre y un mismo apellido unen a los personajes de estas historias, aquí navegan los Furia, integrantes de una familia que comparte un destino señalado por la locura, el rencor, la fuga y las obsesiones. En Tiempos de furia hay náufragos de un mismo delirio, memoria de sus manías, secretos, alucinaciones y viajes introspectivos. Tabares, una ciudad añeja, y Noreste, una isla brumosa, son los escenarios donde se originan estos relatos circulares sobre amor, incesto, venganza, sacrificio, vida y muerte; mientras que el lector se sitúa entre los límites de lo cuerdo y lo demencial.