ABEL POHULANIK : ENCANTADA DE NO HABERTE COCINADO
Tras un frustrante matrimonio, “orgullosa pero en bragas”, ella está decidida a buscar lo que sea para sobrevivir. Trabaja en un restaurante de barrio elaborando un menú del día donde faltan ingredientes de calidad y todo puede reciclarse. A pesar de ello, ese sitio se convertirá en el escenario perfecto para dejar fluir su vertiginosa imaginación erótica, alimentada por la música y con la ayuda de dos mujeres tan dispares como únicas: Laila, (“basta y procaz como pocas, nadie sabe hasta qué punto es capaz de amar”); y Bea, una sofisticada secretaria múltiple de la zona (“siempre ubicua y al parecer infatigable para el trabajo y el amor”). Pero ese descubrimiento del placer no será tan fácil en un espacio claustrofóbico y machista, y menos aún si un buen día aparece un cadáver al que le falta un brazo y nadie sabe dónde está. ¿También se habrá reciclado? Comienza así una degustación insólita de tactos, sabores, olores y sonidos, mientras se da un vistazo a esa restauración algo cutre y tan alejada de las magnificencias de los chefs mediáticos y las ficciones gastronómicas. Novela de mujeres que se ríen sin complejos del sexo (y de paso lo disfrutan) mientras dan un buen mordisco a los clichés de cierto tipo de masculinidad. Este texto, de “carácter frívolo y algo canalla, con recaídas en el melodrama y la tragedia” fue finalista en el XV premio La sonrisa vertical (Ed. Tusquets, 1993) y del premio Sent Soví de literatura gastronómica (2000).
ENCANTADA DE NO HABERTE COCINADO
Tras un frustrante matrimonio, “orgullosa pero en bragas”, ella está decidida a buscar lo que sea para sobrevivir. Trabaja en un restaurante de barrio elaborando un menú del dí
LA CINTA DE ESCHER
Un gigoló, un atractivo joven que cambia sexo por dinero en las calles de Barcelona, siente de pronto que su cinismo empieza a resquebrajarse. La inerte entrega de una clienta,