A. HAWK : Y ERAN COMPAÑERAS
No era ningún secreto cómo miraba a mi compañera de habitación y lo peor era que ella lo sabía. Sabía que la quería y, sin embargo, se hacía la inocente. Nunca se me acercaba, nunca hacía nada que me diera una pista, más bien se burlaba en silencio cada vez que cruzaba la habitación medio desnuda para darse una ducha. Sabiendo que mi puerta siempre estaba abierta y que podía verla.
Y ERAN COMPAÑERAS
No era ningún secreto cómo miraba a mi compañera de habitación y lo peor era que ella lo sabía. Sabía que la quería y, sin embargo, se hacía la inocente. Nunca se me acercaba,